10 de marzo de 2015

Homenaje a mis autores favoritos: Alberto Vázquez-Figueroa (Parte I)

Que nadie se alarme, que no cunda el pánico, que nadie ha fallecido.

Digo esto porque es lamentable que los homenajes suelan hacerse, en este país, después de que alguien ha dejado este mundo. Hoy yo, con estas nuevas entradas que voy a ir poniendo, quiero hacerles un homenaje especial a aquellos escritores que con sus libros me han ayudado a desconectar de todo, haciéndome partícipe de mil y una aventuras, transportándome a otros lugares y a otros tiempos en lo que todo es posible.

Como no podía ser de otro modo, comienzo esta sección con el autor que lleva más años conmigo, llenando mis estantes y mis momentos más grises. Hablo de Alberto Vázquez-Figueroa. Conocí su obra cuando apenas tenía 14 años, y desde entonces nunca me ha abandonado. Aunque bien es cierto que sus últimas obras las estoy comprando en formato digital, por falta de espacio en casa, porque son mucho más baratas y porque este autor es muy prolífico, nunca descarto hacerme con estos mismos libros en papel cuando doy con ellos en formato de bolsillo o cuando me encuentro con una buena oferta imposible de desaprovechar.


  • Bora Bora (1993): Una pequeña isla del Pacífico Sur, habitada por apacibles polinesios, se ve brutalmente invadida por naves procedentes de un remoto islote oceánico. Tras sembrar la muerte y la destrucción, los bárbaros secuestran a la princesa y huyen mar adentro. Los supervivientes de la carnicería deciden vengarse y emprenden la persecución a través de un océano inmenso, exponiéndose a toda clase de peligros... Al compás de una trama trepidante y con su inimitable estilo, Vázquez-Figueroa logra una espectacular novela de aventuras cuya acción resulta realzada por un convincente retrato de la cultura polinesia.
  • Viracocha (1987): Alonso de Molina, natural de Úbeda, uno de los ‘trece de la fama’ que acompañaron a Pizarro en la trágica aventura de la isla de Gallo, fue un hombre extraordinariamente culto para su tiempo, y de una notable habilidad para aprender idiomas. Cuando Pizarro tocó por primera vez las costas peruanas, la innata curiosidad de Alonso Molina le impulsó a quedarse para siempre en un país que le resultaba fascinante. Viracocha -el nombre con que los incas conocían al ‘Dios barbudo y blanco creador del Universo que algún día habría de regresar por el mar’, y con el que confundieron a Molina -es una de las mejores novelas de aventuras de Alberto Vázquez-Figueroa.

  • El agua prometida (2003): El agua ha sido siempre, para Alberto, una obsesión. Las difíciles circunstancias de su infancia y adolescencia le llevaron a padecer desde pequeño la escasez de agua potable, y a identificarse con los millones de seres humanos cuya subsistencia se ve en peligro a causa de la sequía. El agua prometida es el apasionante relato de esta obsesión, la historia de una vida rodeada de circunstancias dramáticas en la que el agua salada abunda por doquier, pero donde el agua potable es un bien escasísimo. Alberto Vázquez-Figueroa cuenta su vida, y la increíble ocurrencia que le condujo a encontrar un método que permite obtener cantidades ingentes de agua desalinizada a precios razonables, y solucionar de este modo el principal problema de la España seca. Este libro es, pues, la historia de una aventura, pero de una aventura que ocurre en la vida real, y trata del esfuerzo de un hombre por ofrecer una respuesta a uno de los más graves problemas de nuestro tiempo.

  • Delfines (1990): Ambientada en el mundo submarino, narra una historia sorprendente que, como han demostrado los acontecimientos, adquiere súbita vigencia hoy en día y se convierte en un nuevo vaticinio acertado de un autor que, como pocos, ha sabido prever el futuro en muchos de sus libros. En este caso se trata del turbio mundo de los traficantes de droga, quienes, acosados por las autoridades, se procuran medios cada vez más insólitos como la utilización de submarinos. Naturalmente, estos siniestros mercaderes de la muerte no tienen en cuenta las terribles consecuencias que ello depara en el comportamiento de los delfines...

  • Centauros (2007): Fray Bartolomé de las Casas aseguró de él que «había participado en casi mil duelos a muerte y nunca nadie consiguió herirle». Aventurero y seductor durante su juventud, Alonso de Ojeda se embarca con Colón en su segundo viaje, y llega a convertirse en comandante en jefe de sus tropas. Su ingenio y astucia le ayudan a vencer en la primera batalla del Nuevo Mundo, donde logra someter al temible cacique Canoabo. Traiciones y reveses de la fortuna se interpondrán con frecuencia en su camino, pero su inteligencia y valentía le ayudarán a salir de las más complicadas situaciones. Maestro de Hernán Cortés, Pizarro, Balboa, Ponce de León y Diego de Ordás, fue sin duda el Gran Capitán de todos ellos, que siempre le obedecieron como al Primer Adelantado del Nuevo Mundo. 
  •  Ciudadano Max (1992): La misteriosa muerte del magnate de la prensa Robert Maxwell, ocurrida el 5 de noviembre de 1991 en aguas canarias, constituye el punto de partida de esta novela excepcional. Ciudadano Max... indaga en las extrañas circunstancias que rodearon la desaparición del multimillonario británico y sugiere nuevas pistas, tan reveladoras como inquietantes... El encargado de la investigación es Arcadio Ortega, un comisario de policía que pide la excedencia y acepta prestar sus servicios en una organización de justicia privada con ramificaciones en todos los estamentos sociales. Ortega descubre que el magnate desaparecido era un hombre sin huellas y de mil caras, relacionado con los servicios secretos de las naciones más poderosas y con una tentacular corporación de empresarios japoneses. ¿Genio, espía, truhán, estafador...?
¿Cuales son vuestros autores favorito? ¿Consideráis que se merecen un homenaje por vuestra parte?



5 comentarios:

  1. Me gusta mucho el autor, pero algunos libros no me han llegado del todo. Tengo "El último tuareg" esperando. Tengo las expectativas muy altas en este libro. A ver si no me decepciona. Besos.

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    1. No he dicho mis autores favoritos. Españoles: Terenci Moix, Matilde Asensi y Eslava Galán. Besos.

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  2. Nunca he leído a este autor, pero tengo pendiente alguna lectura. Mi autor español favorito es Zafón.. me encanta!!

    Me alegro que hagas tu pequeño homenaje, ;)

    Besos

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  3. Estoy de acuerdo contigo parece que siempre tenemos que acordarnos de los escritores/as cuando mueren. Me gusta Vázquez-Figueroa y tengo que leer más libros suyos. Uno de mis autores favoritos es Oscar Wilde el protagonista de la reseña de esta semana. Besos

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  4. Qué verdad que los homenajes siempre se hacen... tarde. A Vazquez-Figueroa lo leí hace mucho, tuvo su época entre mis lecturas, pero la verdad que ahora mismo no me llama mucho, aunque a saber, que sois unas cuantas las que nos tentáis con él...

    Un abrazo

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